VOLKSWAGEN Y EL ESCÁNDALO DE LAS EMISIONES CONTAMINANTES. PARTE 1.

En los últimos meses de 2015, salió a la luz que la empresa Volkswagen había instalado ilegalmente un software para cambiar los resultados de los controles técnicos de emisiones contaminantes en los automóviles con motor diesel vendidos entre los años 2009 y 2015.

La razón por la que Volkswagen lo hizo, fue para evitar superar los límites legales de emisión de óxido de nitrógeno, por lo que los motores pudieron superar los estándares de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

Consecuencias para la Empresa y el Usuario.

A raíz de que se conocieran los hechos, el director ejecutivo de Volkswagen, después de pedir, renunció al cargo, por la pérdida de prestigio que ha supuesto para la compañía alemana.

Las acciones de la empresa han sufrido caídas de entorno al 60% en total respecto  al valor de las mismas antes de estallar la noticia, siendo especialmente pronunciado el descenso en los dos primeros de días, cuando descendieron en un 40%.

La manipulación afectó según valoraciones de la propia Volkswagen a 11 millones de vehículos, de los cuales 8’5 millones fueron vendidos en Europa.

En los últimos días EEUU ha presentado demanda por el escándalo del trucaje, en el que se les acusa de la comisión de delitos medioambientales.

Para el usuario, un coche que se anunciaba como extremadamente respetuoso con el medio ambiente, le supuso tener que pagar unos 6.000 dólares extras por modelo.

Se han producido demandas por parte de los propios propietarios de los vehículos que se sentían engañados, y por los accionistas de la compañía.

Modelos Afectados

Audi: A1, A3, A4, A5, A6, A7 (Solo EEUU), A8 (solo EEUU), Audi Q3, Audi Q5, Audi Q7.

Seat: Alhambra, Exeo, Ibiza, León, Toledo, Altea y Altea XL.

Skoda: Fabia, Octavia, Rapid, Yeti, Scout, Roomster, Superb.

VW: Polo, Golf, Touran, Passat, Scirocco, Tiguan, Jetta, Transporter, Sharan.

Porsche: Cayenne (solo EEUU).

Reacción de Volkswagen

El grupo Volkswagen en los últimos días, ha empezado a enviar cartas a los clientes en España, en las que trata de tranquilizar a los usuarios sobre la seguridad desde el plano técnico recalcando que sus vehículos son aptos para la circulación.

En palabras textuales de la empresa refieren a que: “El servicio oficial debe implementar en el vehículo la solución técnica que Volkswagen ha desarrollado para asegurar el cumplimiento de los estándares aplicables en relación a las emisiones de óxido de nitrógeno”.

Dichas actualizaciones se centran básicamente en el software de la unidad de control.

En las comunicaciones con los propietarios de vehículos afectados refieren a que realizarán todo lo que esté en su mano para recuperar la confianza y vínculo del comprador con la marca, disculpándose por su actuación.

Estas actuaciones no deberían suponer coste alguno para los usuarios ni implicar pérdida de calidad en las prestaciones de los automóviles. Si las reparaciones provocasen que los vehículos redujesen de forma sustancial su potencia o aumentasen considerablemente el consumo de gasóleo, algo que todavía es una incógnita, los usuarios podrían negarse y exigir una indemnización al no cumplirse las características ofertadas cuando fueron adquiridos. Indemnización que puede ir desde el abono de una cantidad por los perjuicios causados, la devolución del importe del automóvil atendiendo a un criterio de proporcionalidad con su antigüedad o su sustitución por uno nuevo.